¿Está el pueblo de Dios consciente de la realidad del tiempo que nos ha tocado vivir? Tú como persona cristiana, ¿puedes discernir las huestes espirituales contrarias que constantemente están rondando y acechando?
¿Estás a la expectativa y alerta para echar mano de las armas espirituales en los momentos en que las circunstancias lo a meritan y requieren … en el
hogar, el trabajo, la escuela, el vecindario, en los diferentes lugares que acostumbras frecuentar, en actividades sociales y hasta en la Iglesia donde te congregas? ¿Estás al tanto de los cambios que está sufriendo nuestra sociedad en lo que a principios, valores y moral se refiere? ¿Puedes permanecer firme en tu posición, aún en contra de lo que piensa una mayoría?
"Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos." Ef. 5:15
Los que hemos entrado a la luz de la verdad estamos para hacer la diferencia en un mundo que se ha dejado arropar por las tinieblas más densas jamás antes vistas. Y, ¿sabes qué? No hay lugar en el mundo que se haya escapado de esta vorágine infernal, o sea, que donde quiera que te muevas, allí se manifestará el caos, la confusión, la violencia, la corrupción, los vicios, el engaño, la degeneración, las maquinaciones, la maldad y la ceguera espiritual que caracteriza a la sociedad de nuestros tiempos. Lo triste del caso es que … ¡No hay vuelta atrás! ¡Escrito está!
"Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo." Efesios 5:14.
Solo los que permanezcan siendo fieles a Dios podrán escapar de este torbellino.
"Por tanto, no sean insensatos, sino entendidos de cual es la voluntad del Señor. No se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sean llenos del Espíritu". Ef.5:17-18.
Cubre tu vida y la de los tuyos con la fe en el poder de la sangre del Cordero y confiesa la Palabra de Dios, velando porque todos vengan al conocimiento de la verdad. Es una advertencia que solo los sabios llenos del temor de Dios acogerán con beneplácito dándole el valor y la importancia que tiene.
Estás a tiempo para escapar por tu vida; aprovecha el momento.