viernes, 8 de diciembre de 2006

¿COMO ORO JESUS ?

las Escrituras no revelan mucho respecto de la postura física de nuestro Señor en la oración, pero nos proporcionan algunos datos. Ante la tumba de Lázaro, él estuvo probablemente de pie en medio del grupo representado por familiares y amigos de Lázaro. Juan 11:41. De rodillas cuando él pronunció su oración sacerdotal de Juan 17. Muchos creen que este incidente se produjo inmediatamente después de la cena de Pascua en su camino al Getsemaní. Juan 17:1; 18:1. Bajo un cielo estrellado, unido a la inspiración de una noche clara y hermosa (Salmo 19:1): "Jesús levantó los ojos al cielo." En la agonía de su alma, expresada en el Huerto de Getsemaní, la carga se hizo tan pesada, que Jesús "se postró sobre su rostro". Mateo 26:36-46; Marcos 14:35. Esta posición de postración sobre el rostro puede haber reflejado un sentido de necesidad abrumadora. Emoción: Los espectos emocionales de la vida de oración de Jesús, aparecen en varios incidentes de su vida. La serena confianza de su acercamiento al Padre, fue expresada ante la tumba de Lázaro. Juan 11:41-42. También , su profunda seriedad en el alma,fue expresada en Getsemaní. Lucas 22:44; Hebreos 5:7. Cuando se enfrentó con las horas horribles de sufrimiento, lo hizo victoriosamente y exclamó por tercera vez"hágase tu voluntad". La decisión había sido tomada. Esta lucha fue una tentación satánica, para evitar el Calvario, como indica en Mateo 26:41. Los discípulos, agotados e incapaces de entender la importancia del momento, se durmieron, y no estuvieron absolutamente, ninguna oración en comunión con su Maestro. Jesús sintió la necesidad de orar hasta alcanzar la victoria, a fin de que fueran desoídos los clamores de la carne buscando una salida más facil. La emoción de nuestro Señor, tanto en el Huerto como en la Cruz, alcanzó la cima de la agonía más intensa de su alma. Lucas 22:44; Marcos 14:33-34; Mateo 27:26. Nadie podrá entender jamás en esta vida, la angustía de esa hora de abandono por el Padre, cuando el pecado fue cargado sobre sus hombros y Jesús clamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (continuara?

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