viernes, 26 de junio de 2015

PODER EN LA ORACIÓN.-

NUESTRO PAN DIARIO viernes, 26 de junio de 2015 Lo que más sobresale en las enseñanzas de Jesús, es la necesidad de orar, en especial a la mañana cuando despertamos, debemos elevar nuestra mente y corazón al Señor pidiéndole fuerza, luz, sabiduría para llevar adelante nuestras vidas. La oración nos saca de temores, de dudas y nos abre un camino para llevarnos a la presencia de Dios Padre. El Señor Jesús dijo “Por tanto os digo que todo lo pidieres orando, creed que lo recibiréis y os vendrá” (San Marcos 11:24) Porque la oración es una llave poderosa en nuestra vida, que abrirá todas las puertas, y no estoy diciendo que sea una formula mágica (nada de eso) sino que hay poder que fluye a través de la oración, es un llave que abre la puerta a la felicidad, el gozo, la paz, la seguridad. Jesús la ha puesto en mano de todos aquellos que en El creen, El dice todo que pidieres orando... es una invitación muy clara a que te acerques a Jesús y le hagas la petición que tengas en tu corazón porque también dijo: “Pedid y se os dará”. Si nos entregamos a Dios y confiamos en El escuchará todo nuestros ruegos. La oración es una fuente de poder, la comunicación más dulce con el Padre. Orar es charlar con Dios a veces en silencio. La oración genera poder si aprendemos a hablar con el Padre. El gran secreto de una vida plena es saber comunicarse con Dios por medio de la oración y a través de una relación intima y constante con El crece nuestra fe y va operando grandes cambios en nuestra vida. El esta con los brazos abiertos diciendo: “el que viene a mi, yo no le echo fuera”. Jesús el hijo de Dios no enseño en varias oportunidades como debíamos orar, y nos dio una muestra de oración, que es el Padre Nuestro. Oremos con fe creyendo que el poder mas grande en el mundo es el poder de la fe en Dios, debemos poner esa fe en la oración, practicándola para que pueda crecer, fe y oración son una fuente de energía positiva generadora de cambios. Es el medio que tenemos para mover la mano de Dios en bendiciones. El nos ha prometido que si nosotros pedimos en su nombre con todo nuestro corazón El nos dará lo que necesitemos. Elevemos una oración con gozo y alegría como si hubiera un fuego en nuestro interior. Bendito Dios y Padre celestial te doy gracias por tu amor, gracias porque podemos acercarnos a ti, hasta tu divina presencia y elevarte nuestras peticiones sabiendo que tus oídos están siempre atentos a nuestra oraciones, gracias Señor. pastor SAMUEL RICARDO siervo de Jesucristo.-

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