lunes, 22 de junio de 2015
REBELDES y INGRATOS.
NUESTRO PAN DIARIO
lunes, 22 de junio 2015
Somos una raza caída, una raza rebelde por naturaleza. Nos rebelamos contra todo lo que sea orden, o que sea ordenado por Dios. Tendemos a hacer lo contrario de lo que Dios nos pide. Nuestro ser se opone a todo lo que sea orden. Satanás se rebeló en contra de Dios. El ser humano es y ha sido también rebelde en contra de los mandamientos, y la voluntad del Padre Celestial.
En estas épocas en que celebramos y honramos tanto a las madres como, a los padres solemos recordar los actos heroicos y amorosos de ellos por sus hijos. Yo creo también es importante resaltar que existen muchos hijos ingratos que causan sufrimiento innecesario e inmerecido a sus padres.
Debido a que el honrar a los padres es uno de los más importantes de la biblia, debemos de instruir a la grey en la obediencia de este mandamiento. No es una opción. Es un mandamiento el honrarles.
Deberían de haber más estudios bíblicos que cubrieran este tema tan importante.
LOS HIJOS NO QUERÍAN QUE SUS HIJOS LES TRATASEN COMO ELLOS TRATAN A SUS PADRES.
Cuenta una anécdota que un día un hijo se cansó de atender a sus padres, así que empacó todas las pertenencias de sus padres, y los llevó a un asilo de ancianos. Cuando el hijo de este hombre le preguntó por qué había hecho esto con sus abuelos, él le contestó “Allí estarán más contentos”. Al llegar a casa el hijo de este hombre comenzó a poner las cosas de su papa en un maletín. Cuando el padre le preguntó qué hacía, el hijo le contestó “Quiero poco a poco ir guardando tus cosas para que cuando tengas la edad de mis abuelos, no se me olvide nada tuyo, porque quiero llevarte a donde estés más feliz”.
LOS HIJOS OLVIDAN LOS SACRIFICIOS DE LOS PADRES
Muchas veces a los hijos se les olvida pronto los sacrificios que los padres han hecho por los hijos. Han tenido que abandonar sus sueños para que los hijos puedan alcanzar los suyos. Existen innumerables historias de padres que han abandonado su país de origen para aventurarse a países desconocidos, y culturas desconocidas para que sus hijos tengan mejores oportunidades y puedan tener otra calidad de vida, para que no pasen hambres ni penurias como ellos. Muchos han pasado meses sin una comida decente, sin una cama donde dormir, para alcanzar lo mejor para sus hijos. Inclusive, algunos han muerto en el intento.
Me viene a la mente Jocabed, que abandono a su hijo a la orilla del río para salvarle la vida ya que Faraón había dado la orden de matar a todos los varones nacidos de madres hebreas. Ella prefirió deshacerse de su hijo antes que verlo morir. Fue un sacrificio enorme, pero pudo salvar la vida de su hijo. Moisés no olvido las instrucciones de su madre. Un día vio a un egipcio tratando mal a un hebreo, y Moisés lo defendió. El había crecido en el palacio de Faraón, con riquezas y comodidades, pero él sabía muy bien cuáles eran sus raíces, y no se avergonzaba de defender a su gente.
Vemos con tristeza que muchos de nuestros paisanos latinos que han nacido en países sudamericanos, pero que se han ido a Norte América,’ se avergüenzan de sus raíces latinas, y hacen todo lo posible por borrar todo lo que les haga sonar latinos. Lo más triste, es que muchos no solo se avergüenzan de sus raíces, sino también del origen humilde de sus padres. Yo quiero decirte hoy que Dios no se avergüenza de nosotros. Aun cuando nuestro origen es de los más vil. De los más pecaminosos, Jesús aun así intercede por nosotros.
LOS HIJOS INGRATOS SON DECEPCIONANTES:
No hay nada más decepcionante que ver a un hijo ingrato. Un hijo que no valora el gran amor de su madre, y le da la espalda cuando más le necesita su madre (o padre). Es triste caminar por los Asilos de Ancianos en el día de las madres, y ver a ancianas llorando porque sus hijos están tan ocupados que no tienen tiempo para venir a verles. Y todavía los disculpan “Es que mis hijos tienen muchas ocupaciones. Tienen que atender a su familia, su trabajo, etc.” Pero dentro de sus corazones quebrantados y adoloridos saben perfectamente que sus hijos les han abandonado. Los ojos de estas ancianas se llenan de lágrimas viendo como otras madres si recibieron visitas, y ven como poco a poco se acaba el día, sin que nadie entre en sus cuartos.
En una ocasión me comentaron de una anciana que estaba internada en un hospital. De su ventana del cuarto piso, se podía ver la casa de su hijo. Ella sabía cuando llegaban a casa, ya que podía ver las luces prendidas. También veía cuando el auto llegaba o se iba. Pasaban los días y el no la visitaba. Los ojos de la anciana se llenaban de lágrimas porque sabía que no volvería a ver a su hijo porque aunque ella estaba muy grave, su hijo “Tenía muchas ocupaciones”. La última vez que le vio fue cuando vino a recoger una copia de su testamento.
Puede que creas que todo esto es una exageración, pero no es así. Estas historias son reales. Y hay historias aun mas espantosas que las que te acabo de relatar. Puede que tú seas uno de esos hijos ingratos.
EN MUCHAS OCASIONES, LOS PADRES SON RESPONSABLES DE LA INGRATITUD DE LOS HIJOS.
¿Por qué digo esto? Porque los padres somos los responsables de moldear el carácter de nuestros hijos, enseñarles los principios, la moral y enseñarles a respetar.
Cuando no guiamos sus vidas de acuerdo a la palabra de Dios estamos criando hijos ingratos.
Dice la Palabra de Dios. “Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.” Proverbios 22:6. Cuando no les enseñas a respetar a los demás, tienes que tener en cuenta que un día no te van a respetar a ti tampoco.
Cuando les enseñas que no importan los demás, un día no le vas a importar tu. Cuando no les aconsejas a que se preocupen por otros, no se van a preocupar por ti tampoco. Cuando toleras que lastimen, pisoteen, y hagan daño a otros, un día lo harán contigo.
Todo lo que les permitas que hagan con los demás, lo harán un día contigo.
Cuentan de un hombre que compró una serpiente pequeña. La crió, la cuido, la alimento, la curo cuando se enfermo, le tenía todo lo necesario para que estuviera cómoda. La amaba tanto que inclusive dormía con él en la cama. Un día no llego a un compromiso que tenia. Nunca faltaba.
Cuando fueron a buscarlo a la casa, lo encontraron ahorcado por la serpiente, la cual aun estaba enredada en su cuello. ¿Qué podemos aprender de esta historia verídica? Que muchas veces estamos criando monstruos que pueden volverse en contra y destruirnos. Cuántas historias no hemos oído de hijos que han asesinado a sus padres. Y aunque los hijos son culpables de sus propias acciones, tiene mucho que ver el impacto que hicieron las palabras, consejos, y crianza de los padres o la falta de ello.
EL ENSEÑAR A LOS HIJOS A NO SER RESPONSABLES DE SUS ACTOS, NO ES AMARLOS
Amados padres, es importante que recapacites que cosas estas tolerando en tus hijos. Muchas veces en lugar de ayudarles, estas perjudicándoles, porque no les estas dando herramientas para llegar a ser buenos hijos, buenos cuidados, buenos trabajadores y buenos cristianos. Cuando apoyas sus rebeliones a otros, estas creando un monstruo que un día se va a rebelar en contra tuya.
Si en lugar de entender que está sucediendo en la escuela para aconsejar, o corregir a tus hijos; corres a defenderlos sin importarte si están equivocados o no, créeme que les estás haciendo un daño que podría ser irreversible. Su mente está recibiendo mensajes equivocados, y un día no entenderán porque te enojas si hacen lo malo, porque tú les respaldaste en otras ocasiones. Cuando no les enseñaste a respetar, cuando no les preguntaste por qué hay objetos en tu casa que tu no les compraste, porque nunca te alarmó que tuvieran dinero sin que supieras cual era su procedencia, o compraran objetos para los cuales tú no les diste para comprar.
Un día de repente vas a ver ante ti un hijo diferente al que tú creías que tenías. En ese momento debes de saber que tú formaste ese monstruo. Tú formaste su forma de pensar, su forma de actuar, y su forma de reaccionar. Ahora no te quejes.
pastor SAMUEL RICARDO siervo de Jesucristo.-
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