martes, 20 de octubre de 2015

UNA MUJER DE FE.

NUESTRO PAN DIARIO Martes, 20 de octubre 2015 Ana fue una mujer de Dios, una mujer que por su fe y su entrega alcanzó el favor de Dios. La Biblia se encarga de darle el lugar que se merece, y con ella encuentran su lugar las mujeres cristianas de hoy. Ana es un ejemplo bíblico excelente de cómo se pide con fe. Estaba casada con un hombre llamado Elcana, al igual que otra mujer. Con el correr de los años, Penina la segunda esposa de Elcana le dio varios hijos e hijas, mientras Ana siguió estéril. Ana anhelaba tener un hijo propio. Por fin, en la festividad anual, Ana se fue a la entrada del tabernáculo y lloró con ruegos al Señor y una tristeza profunda, pidiendo un hijo y haciendo voto de entregárselo al Señor (1 S 1.10, 11). El Señor oyó la petición de Ana y la contestó. Nueve meses después ella tuvo un hijo llamado Samuel, quien llegó a convertirse en el profeta y juez de todo Israel. ¿Habría nacido Samuel si Ana no le hubiera pedido a Dios que le diera un hijo? La Biblia parece indicarnos que no. Samuel llegó al mundo en respuesta directa a la petición sincera y emotiva de Ana. pastor SAMUEL RICARDO siervo de Jesucristo.-

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