lunes, 4 de mayo de 2015

JESÚS LAVA LOS PIES DE SUS DISCÍPULOS.

NUESTRO PAN DIARIO lunes, 04 de abril 2015 Jesús Lava los Pies de sus Discípulos Juan 13.1-17 En su última celebración de la Pascua, la misma noche que Él sabía que iba a ser arrestado, Jesús hizo lo impensable: Tomó una toalla y se inclinó para lavar los pies de sus discípulos. Jesús lava los pies de los Discípulos: "Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (v. 1). El amor es algo fácil de fingir. Las personas nos dicen a menudo que nos aman, y pueden ser muy convincentes. Pero, lamentablemente, nos damos cuenta de que esas palabras son con frecuencia vacías, y nos quedamos anhelando un amor más profundo y más auténtico. En su última celebración de la Pascua, la misma noche que Él sabía que iba a ser arrestado, Jesús hizo lo impensable: Tomó una toalla y se inclinó para lavar los pies de sus discípulos. En esa cultura, donde usar sandalias era lo normal, solo el esclavo más humilde realizaba esa desagradable tarea en la casa. Pero ahora Jesús, su Maestro y Mesías les estaba lavando el polvo, la suciedad, y peor aún, los pies. Pronto su sangre perfecta e inocente les lavaría también la suciedad de sus pecados. Un amor de esa profundidad es difícil de entender. ¿Quién es capaz de entender realmente la humildad divina? ¿El sacrificio divino? Fue la misericordia de Dios dando evidencias de sí misma. PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR 1. El amor de padres es tierno; el amor de pareja es romántico; el amor de amigos es recíproco. Pero Jesús modela aquí un amor sacrificial y humilde. ¿De qué manera este amor es diferente a los otros tipos de amor? 2. Una cosa es ser humillado por alguien de una posición más alta que la de uno, pero otra es humillarse uno mismo delante de una persona de rango inferior. ¿Alguna vez amó usted a alguien que no lo mereciera? ¿Estuvo tentado a no seguir haciéndolo? ¿Qué le dice eso acerca del acto de Jesús de lavar los pies de los discípulos? ¿De qué manera le anima su ejemplo? 3. Dios se humilló a sí mismo, primeramente al convertirse en hombre, y después, al someterse a burlas, golpes y a la crucifixión. ¿Cómo ha respondido usted a tal sacrificio? ¿Cuál es la respuesta adecuada? pastor SAMUEL RICARDO siervo de Jesucristo.-

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