martes, 10 de noviembre de 2015
TESORO
NUESTRO PAN DIARIO
martes, 10 de noviembre 2015
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. 2 Cor. 4:7
Después de conocer a Cristo, uno de los deseos que surge con mucha fuerza en nuestro corazón es el de servir a Dios, y apasionadamente empezamos a hacer cosas para él. Aquí es muy importante tener en cuenta fundamentos cómo los que nos enseña el texto de hoy: 2 Cor. 4:7.
Podemos considerar por lo menos, tres frases significativas aquí:
1. “éste tesoro”: con éstas palabras, el apóstol Pablo se refiere en contexto al ministerio, resaltando lo valioso y preciosos que es, por tanto, debe ser conservado con sumo cuidado, recordando que es una riqueza del cielo puesta en la tierra.
2. “vasijas de barro”: expresión con la que el apóstol se refiere a las personas que llevan el ministerio, destacando su humanidad (debilidades, errores, fragilidad, etc), y su necesidad de depender de Aquel que los llamó, pues una vasija de barro no es fuerte en sí misma.
3. “la excelencia del poder sea de Dios y no de los hombres”: en ésta frase Pablo destaca cuán sobrenatural son los dones de Dios, el término excelencia aquí traduce también “grandeza extraordinaria”, que Dios deposita en sus hijos conforme a Su voluntad. Sin embargo, también Pablo por el Espíritu nos enseña que esa excelencia es de Dios, para la gloria de Dios y no para los hombres. Es por eso que los siervos de Dios debemos tener en cuenta que somos vasijas de barro, y que el alfarero y dueño es el Señor.
Es por la gracia de Dios que hoy tenemos salvación, y que tenemos el privilegio de participar de Su obra. La excelencia de Su poder, de la que hemos hablado, se manifiesta con mayor resplandor en aquellos que con corazón manso y humilde, procuran que su Nombre sea glorificado, pues finalmente el poder es de Dios.
Reflexión final: Dios nos ha alcanzado con Su gracia, dándonos salvación e impartiendo en nuestra vida dones para servir en Su reino, persevera con gozo en tu servicio al Señor Jesús, sabiendo que es por su poder que podemos hacerlo. Aunque tu entorno sea difícil y adverso, recuerda que es temporal, y que Jesús venció y ahora vive en ti.
pastor SAMUEL RICARDO siervo de Jesucristo.-
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